China conmemora 75 años de poderío con nuevos desafíos por superar

miembros del ejercito chino

Pekín, 1 oct (EFE).- «Pueblo de China ¡Despierta!, ¡comienza a andar!», proclamaba Mao Zedong hace 75 años en la emblemática plaza de Tiananmen. Hoy, esa misma plaza celebra la fuerza renovada de un gigante que, a pesar de sus logros, enfrenta una serie de desafíos, desde tensiones económicas y geopolíticas hasta cuestiones ambientales y críticas por violaciones de los Derechos Humanos.

Este martes, Tiananmen fue el escenario de la tradicional ceremonia de izado de bandera, un evento que coincide con las festividades por el Día Nacional, y que atrae cada año a miles de turistas. Con un aumento en las medidas de seguridad y restricciones para periodistas, la plaza sigue siendo un lugar de peregrinaje para quienes rinden homenaje al Gran Timonel, cuyo cuerpo embalsamado reposa en el mausoleo que se encuentra allí, junto al Monumento a los Héroes del Pueblo, símbolo del fin de la opresión feudal, según la narrativa del Partido Comunista (PCCh).

Estos días, Pekín se viste de rojo revolucionario, con banderas ondeando en las calles y eventos conmemorativos por el 75 aniversario de la República Popular. Entre ellos, destaca una exposición fotográfica en el distrito financiero que celebra los logros del desarrollo chino, aunque evita mencionar episodios difíciles como las hambrunas del Gran Salto Adelante (1958-1962), los excesos de la Revolución Cultural (1966-1976) o la represión de Tiananmen en 1989.

China y su ascenso global frente a Estados Unidos

El actual presidente, Xi Jinping, ha consolidado su liderazgo con un tercer mandato desde 2022, consolidándose como la figura más poderosa de China desde Mao. En el marco de este liderazgo, Xi ha proclamado que «China está en ascenso y Occidente, en declive», señalando a Estados Unidos como su principal rival en el escenario global.

La disputa con Washington ha sido una constante en los últimos años, y algunos analistas como Ding Yigan, ex subdirector del Instituto de Estudios sobre Desarrollo del Ejecutivo chino, señalan que “ya estamos en una guerra fría, lo quiera Pekín o no”. Ding añade que “Washington sobrestima su poder” y que “teme el ascenso de China”.

Aunque Pekín acusa a Estados Unidos de intentar frenar su avance, algunos analistas como Einar Tangen, del Instituto Taihe, sostienen que China “nunca buscará jugar un papel hegemónico”, defendiendo que el país es una potencia que apuesta por la paz y el consenso, en contraposición a la expansión militar.

La clase media y los desafíos internos

En medio de las festividades, un jarrón de 18 metros de altura engalana la plaza de Tiananmen, con inscripciones como «Bendiciones a la Patria» y «1949-2024». Las flores y jardines de la avenida Chang’an celebran los logros de un país que, aunque asegura haber erradicado la pobreza extrema en 2020, enfrenta desafíos económicos importantes.

La crisis inmobiliaria y los problemas derivados de un crecimiento basado en la inversión han generado preocupación entre la clase media china. Lin Yinyue, una especialista en márketing, comenta que la economía china ha comenzado a experimentar los síntomas comunes de las economías avanzadas, y lamenta que “creíamos que las cosas siempre irían a mejor, pero ese pensamiento ya no existe”.

Patriotismo y control político ante el futuro

Con el centenario de la fundación de la República Popular en 2049 en el horizonte, Xi Jinping ha fijado la meta de lograr el «gran rejuvenecimiento» de China, consolidándola como una nación «fuerte y próspera». El patriotismo es uno de los pilares de esta visión, pero también lo es el férreo control político que, según diversas organizaciones de derechos humanos, ha endurecido significativamente en comparación con 1989.

Hong Kong es un claro ejemplo de este control. Las protestas pro-democracia de 2019 fueron aplastadas mediante la imposición de una draconiana Ley de Seguridad Nacional, que ha llevado al exilio a miles de ciudadanos y deteriorado gravemente las libertades civiles en el territorio.

En el ámbito de los derechos humanos, China sigue siendo uno de los países más señalados por organizaciones internacionales. Amnistía Internacional ha denunciado que, bajo el gobierno de Xi, China lidera la lista de violaciones en temas como la pena de muerte, la censura y la represión a grupos religiosos y étnicos, junto a naciones como Irán, Birmania y Corea del Norte.

Pese a estos desafíos, los logros de China en áreas como la exploración espacial, con hitos como el alunizaje en la cara oculta de la Luna, y su creciente influencia en la escena global, mantienen al país en el centro del escenario mundial. Sin embargo, el camino hacia 2049, cuando China aspira a alcanzar su máximo esplendor, estará lleno de obstáculos que la nación deberá superar.