Quito, 24 sep (EFE).- Ecuador enfrenta una severa sequía que ha desencadenado cortes en el suministro eléctrico de hasta once horas diarias en diversas áreas, debido a la insuficiencia en la generación de sus principales centrales hidroeléctricas.
Esta situación también ha llevado a la capital, Quito, a implementar racionamientos de agua, con interrupciones de hasta doce horas en algunos sectores.
Los racionamientos de agua comenzaron la semana pasada en varias zonas del centro y sur de Quito y se intensificaron a partir de este lunes, con cortes programados de 7:00 a 19:00 hora local (12:00 a 24:00 GMT) en algunos lugares, mientras que en otros los cortes se producen de 19:00 a 7:00 hora local (24:00 a 12:00 GMT).
Los racionamientos se han vuelto necesarios
Estos racionamientos se han vuelto necesarios tras acumularse casi cincuenta días sin precipitaciones en algunas de las cuencas que abastecen a la ciudad, según informó la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) de Quito.
El río Pita es el más afectado, con una disminución de aproximadamente 300 litros por segundo en su caudal desde el inicio de la sequía, explicó Mirely Segovia, jefa del Departamento de Producción de la Epmaps.
«Cada día evidenciamos una pérdida de caudal entre 10 y 20 litros por segundo diarios. De continuar (así), la situación se va a tornar más crítica», advirtió Segovia.
El agua del río Pita es crucial para abastecer la planta de tratamiento de agua potable de Puengasí, que es una de las veintiuna plantas que sirven a la capital ecuatoriana.
Alrededor de 146.000 personas se ven afectadas por estos racionamientos, ya que dependen de la planta de Puengasí.
Segovia indicó que aunque los racionamientos son controlados, «a medida que el caudal disminuya, el número de barrios (afectados) va a tener que irse incrementando».
La compañía Agua de Quito
La operadora de la compañía de agua de Quito recordó la importancia de un uso responsable del recurso hídrico, instando a no desperdiciar agua en actividades como lavar vehículos con manguera o tomar duchas prolongadas.
La empresa actualmente proporciona un promedio de 160 litros de agua por persona al día, pero durante esta época seca la demanda ha alcanzado hasta 220 litros diarios.
Además, la falta de suministro eléctrico también afecta el abastecimiento de agua en las partes altas de la ciudad, donde el agua se transporta mediante sistemas de bombeo. «Mientras más dure la suspensión de energía, más demora la recuperación del agua potable, por lo que además es imprescindible la reducción del consumo por parte de todos los habitantes», advirtió Epmaps en un comunicado.
Entre los ciudadanos de Quito que enfrentan la escasez de agua está Marianita de Jesús Manobanda, quien vive en una de las áreas elevadas de la ciudad.
Ella comentó que la situación ha tenido un gran impacto en su vida diaria, diciendo que «no tenemos agüita para los baños, ni para lavar la ropa y los platos.
Queremos que nos manden tanqueros», refiriéndose a los camiones cisterna que la Epmaps envía a los barrios más necesitados.
Una situación similar se vive en otras regiones del país, particularmente en los Andes, como en Cuenca, donde la falta de lluvias se ha prolongado por más de setenta días y algunos ríos de la ciudad apenas tienen flujo.
Para fomentar el ahorro de agua, el Municipio de Cuenca ha apagado las fuentes decorativas de su centro histórico, aunque estas funcionan con un sistema de recirculación.
La sequía en Ecuador, como en otros países de Suramérica, se ha intensificado más de lo habitual en los meses centrales del año, al punto que el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha calificado esta situación como «el peor estiaje de los últimos 61 años».
A corto plazo, el Inamhi no prevé lluvias; sin embargo, las autoridades esperan que puedan comenzar a producirse en los próximos días o la próxima semana.